La artropatía degenerativa o artrosis es la alteración destructiva de los cartílagos y el aparato cápsuloligamentario de las articulaciones que revela un proceso degenerativo, no inflamatorio, acompañado a menudo de proliferación ósea en el borde de la articulación afectada.
A medida que evoluciona la enfermedad, se observan los siguientes signos: limitación de la movilidad, atrofia y contracturas musculares, crujido articular con los movimientos, palpación de contornos óseos anormales y a veces osteofitos, aumento del volumen articular, retracción en flexión en un estadio avanzado. Los tratamientos propuestos, tales como reposo articular, disminución de la obesidad, fisioterapia, ortesis y fármacos son habitualmente insuficientes para mitigar los síntomas.
Se propone como alternativa terapéutica la terapia celular autóloga en estos casos, como una estrategia promisoria.